Ruta del Vino de Lleida
La Asociación de la Ruta del Vino de Lleida es un organismo autónomo que une las iniciativas de los sectores público y privado para promocionar y potenciar el turismo enológico sostenible y de calidad en las tierras de Lleida.
De norte a sur
La Asociación reúne ayuntamientos, consejos comarcales, asociaciones, oficinas de turismo, bodegas, restaurantes, establecimientos temáticos y alojamientos turísticos que forman una atractiva y diversa oferta turística estrechamente vinculada al mundo del vino.
MIEMBROS
DE LA RUTA DEL VINO DE LLEIDA
VINOS DE CALIDAD
Hablar de Lleida es hablar de vino. Las innovadoras bodegas que hoy salpican la geografía leridana tienen su origen en una tradición larga y ancestral.
Aunque los primeros indicios del cultivo de uva datan de la época íbera, son los romanos quienes introducen el cultivo de la viña, que llegará a su máximo esplendor en el siglo XIX con casi 120.000 hectáreas de viñas y una vocación exportadora que se verá truncada por la plaga de filoxera procedente de América del Norte, que asoló Europa y que entre 1895 y 1909 redujo la plantación leridana a 15.000 hectáreas.
Sin embargo, lejos de abandonar el cultivo, las bodegas de las tierras de Lleida apostaron por introducir nuevas variedades de uva y recomponer el mapa vitivinícola de Lleida.
Este espíritu innovador se traduce hoy en encierros bodegas donde la tecnología más moderna y la tradición generacional del cultivo de la cepa ofrecen deliciosos vinos tan diversos como el territorio por el que se extiende la Ruta del Vino de Lleida.
D.O. COSTEROS DEL SEGRE
Las bodegas que forman la Ruta del Vino de Lleida elaboran sus vinos al amparo y bajo la certificación de la Denominación de Origen (DO) Costers del Segre.
Dividida en siete subzonas, la zona productora de la DO vela por la calidad de unos vinos procedentes de viñas que crecen en tierras calizas, bajo un clima mediterráneo de aire continental, con inviernos fríos y cálidos veranos.
SUBZONAS DE PRODUCCIÓN
Artesa de Segre, L’Urgell, Les Garrigues, El Pallars Jussà, Raimat, El Segrià y Les Valls de Rosanes.Temperatura media: 13,8ºCPluviometría: 385-450 mmHores de sol: 2.800 horas/año
VARIEDADES NEGRAS RECOMENDADAS
Garnacha negra, Ojo de liebre, Cabernet Sauvignon, Merlot, Monastrell o Morastrell, Trepat, Mazuela o Samsó, Pinot noir, Syrah
VARIEDADES NEGRAS RECOMENDADAS
Macabeu, Xarel·lo, Oliveras, Chardonnay, Garnacha blanca, Riesling, Sauvignon Blanc, Moscatel de Alejandría, Malvasía o subirat parent, Gewürztraminer, Albariño
VARIEDADES BLANCAS AUTORIZADAS
Albariño, Moscatel de grano pequeño
PRODUCCIÓN
Producción máxima: 120hl vino/haDensidad de plantación: 1500-4500 cepas/haRendimiento máximo: 75l mosto o vino/100kg uvaGraduación (%vol.): Blanco: 10,5-14,5 Negro: 11-14,5 Rosado: 10,5-13,5Espumoso de calidad: 10,8-12,8Licores tradicionales: 15-22: 10-12,5
GASTRONOMÍA
calidad
Las bodegas que forman la Ruta del Vino de Lleida elaboran sus vinos al amparo y bajo la certificación de la Denominación de Origen (DO) Costers del Segre.
Dividida en siete subzonas, la zona productora de la DO vela por la calidad de unos vinos procedentes de viñas que crecen en tierras calizas, bajo un clima mediterráneo de aire continental, con inviernos fríos y cálidos veranos.
TURISMO Y PATRIMONIO
natural y monumental
Al paso de las viñas, la Ruta del Vino de Lleida ofrece un magnífico paseo por un patrimonio natural y monumental único. Huellas de los diversos pueblos que poblaron estas tierras y de una cultura arraigada en el paisaje, vestigios de épocas pasadas conviven en un abanico de parajes dispares.
Si quiere completar su estancia entre bodegas y viñas con un recorrido por los monumentos más destacados de la Ruta, no deje de visitar: Els Vilars d’Arbeca –restos del antiguo poblado Íber–, la majestuosa Seu Vella de Lleida, el monasterio cisterciense de Vallbona de les Monges, el monasterio de Les Avellanes o el castillo de Verdú, entre otros.
Si prefiere los espacios naturales, acríbete a los campos de olivos de Les Garrigues o a los parajes naturales de El Montsec y La Terreta. Admire cada tramo y cada curva de la Ruta para que, a medida que se vaya adentrando, el llano y la montaña, los campos de cultivo y los pastos, las ciudades y poblaciones… le ofrecerán un paisaje cambiante.